La inteligencia emocional de los niños es muy importante para su desarrollo cognitivo. Por eso, debes involucrarte para intentar que permanezcan en continuo aprendizaje mientras van creciendo. Esto debe tener en cuenta todos los niveles, incluso los que conciernen a sus emociones y sentimientos.
Para contribuir de forma positiva, tienes que ayudarles en este proceso tan importante de sus vidas. Aprende paso a paso cómo ser útil a tu hijo o hija en su evolución emocional de forma sana.
¿Cómo puedes ayudarle a desarrollar la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional se desarrolla mejor en contacto social. Por esta razón, la escuela e incluso las actividades al aire libre (como acudir al parque) desempeñan una importante función a la hora de desarrollar esta parte de su madurez emocional. Sin embargo, los responsables de los niños también tienen que encargarse de contribuir a su evolución emocional de una manera saludable y constante. Pasan muchas horas al día en casa y, en consecuencia, el factor familiar continúa siendo el elemento más determinante.
Debe trabajarse la comunicación dentro de la familia. Poder sentirse bien y expresarse contigo es básico para que note que puede crecer feliz y estar arropado. Por esta razón, conectar con tu hijo desde el momento en el que nace es muy importante. Intenta mirar su cara, hablarle y participar de sus reacciones y emociones con naturalidad y cariño. Cuando crezca y aprenda a hablar, no dejes de comunicarte en cualquier interacción que haya contigo. Es importante que se sienta escuchado o escuchada, incluso antes de aprender un idioma.
Entender y expresar las emociones
Por otra parte, cuando vaya experimentando emociones, puedes ofrecerle tu ayuda para darles nombre. Identificar emociones es algo natural que debe aprender para no ocultar lo que siente. Por ello, cuando le falten las palabras o incluso antes de que aprenda a hablar, puedes ayudarle tú si identificas lo que le ha pasado. Por ejemplo, cuando reaccione porque se le ha caído un juguete, porque ha roto algo o alguien con quien se lo estaba pasando bien se tiene que marchar al terminar su visita.
Ofreciéndole un nombre a las emociones de cuanto manifiesta, estás enseñándole a mostrar sin prejuicios todo lo que experimenta emocionalmente. De esta forma, va a conseguir expresar sin reparos sus emociones y va a comenzar a desarrollar la empatía que tú le muestras. Esta es indispensable para que las inteligencias emocionales de diferentes personas entren en funcionamiento juntas. Nunca olvides ofrecerle tu apoyo emocional, tu comprensión y el contacto físico que pueda necesitar para visibilizar cada emoción.
En conclusión, la inteligencia emocional forma parte del proceso educativo de todas las personas. Aunque también se trabaja en el ámbito escolar, la tarea que se realiza desde casa es básica para la buena relación familiar y para el correcto desarrollo del infante. Por esta razón, debes trabajar con tu hijo en la expresión de las emociones. Para empezar, dejando que se exprese libremente. Para continuar, ofreciéndole apoyo y conexión física. Para finalizar, mostrándole la empatía que necesita, también, hacer llegar a otros.
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