Parece que fue apenas ayer cuando tu pequeño se alimentaba tomando el pecho o biberón tras biberón. Se te ha pasado el tiempo volando, ¿verdad? Ya habéis superado los días de recién nacido, algunas semanas complicadas y los primeros meses del resto de su vida juntos. Ahora… ¡a sentarse en su trona!
Ha llegado su hora y es un nuevo desafío para ambos. El pequeño se despega, pasito a pasito, de ti; va disfrutando de su autonomía y le fascina hacer «cosas de mayores», como sentarse a la mesa. Pero ¿sabes cómo ayudar a tu hijo a dar este gran paso?
El paso a la trona: de qué se trata
El paso de la lactancia o el «bibe» (o ambos) como único alimento al inicio de la alimentación a partir de algunos sólidos supone un gran cambio para tu hijo. A partir de los seis meses, cuando ya se sienta con la espalda erguida, comer a la altura de los adultos de la casa implica un signo de madurez significativo para él o ella. Te contamos cómo hacer que este cambio no suponga un problema para tu peque.
– Comienza a incorporar el uso de la trona en distintos momentos del día, de modo que se familiarice con ella y ya no le resulte un objeto extraño. Puedes sentar a tu bebé allí mientras cocinas o a media mañana.
– Tu bebé debe sentirse cómodo en su sillita de comer. Para ello, una Asiento elevador que lo acompañe en distintas etapas y ante diferentes necesidades, puede resultar ideal.
– Haz del objeto en sí un entretenimiento más para tu hijo o hija. Allí podrá dibujar, divertirse con su peluche preferido o jugar con sus bloques de madera, de acuerdo con su edad. Para que lo entiendas: sentarse en su silla alta debe ser una experiencia sumamente grata.
– Nunca lo dejes solo. No solo por una cuestión de seguridad (nunca debería quedarse fuera de la vista de los adultos de la casa), sino porque no es conveniente que la sillita se asocie a la idea de abandono o a la de soledad. Por el contrario, debe relacionarse con una vivencia alegre.
– Compartir situaciones familiares en torno al niño sentado en su silla hará que su uso se naturalice y el objeto se incorpore gradualmente y sin inconvenientes, a las rutinas cotidianas. Tu niño o niña disfrutará en grande y no pondrá «peros» a la hora de sentarse en ella y comer con serenidad.
– Para que los cambios no ocurran solo en tu casa, procura tener preparada otra silla de comer en el domicilio de los abuelos con los que pase más tiempo y de los que reciba cuidados casi a diario. La mejor opción es optar por una trona plegable y fácil de transportar.
En síntesis, la trona dotará de nuevas habilidades y aprendizajes a tu hijo. Por tu parte, con estos consejos y los productos de Más Pañales, ¡conseguirás que este importante paso resulte muy fácil para tu peque! Ya verás la buena experiencia que tendréis.
Siguiendo estos consejos y apoyándote en los productos de Más Pañales, conseguirás asegurar un buen uso de la trona para tu peque, dándole la oportunidad de seguir creciendo de vuestra mano. Conforme vaya descubriendo que los cambios no tienen por qué dar miedo y pueden aportarte felicidad… ¡crecerá a pasos agigantados!
Además, podrás encontrar un amplio surtido de productos para ti y para tu bebé, desde higiene (pañales o toallitas) hasta más productos de alimentación, juguetes y productos prácticos, ¡todo al mejor precio! Porque la calidad no está reñida con el precio (y mucho menos cuando se trata del bienestar de tu peque), visita Más Pañales y consigue los mejores productos para tu bebé con una buena calidad y un buen precio.
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