Dormir es una necesidad fisiológica para todos. Sin embargo, en la infancia y, sobre todo, los bebés necesitan una cantidad de sueño suficiente para que su descanso sea óptimo. Las consecuencias de no dormir lo suficiente para un niño pequeño implican directamente a su desarrollo. ¿Quieres saber cuáles son las necesidades de sueño en los bebés? Te lo explicamos y, además, vamos a incorporar algunos consejos útiles para que pongas en práctica.
Dormir es una necesidad
Ten en cuenta que las necesidades son individuales y los consejos son una guía. Las consecuencias de que un niño no duerma bien implican a su desarrollo físico y psicológico. Un niño que duerme bien está activo durante el estado de conciencia, feliz y es capaz de aprender.
Cuando un bebé nace pasa la mayor parte del tiempo durmiendo. Después, a los pocos meses, ya se mantiene algunas horas al día despierto. Posteriormente, se despertará más horas por el día e irá durmiendo más de tirón por las noches.
Desde su nacimiento hasta los 6 meses
Un recién nacido no tiene un hábito día/noche de sueño. Suelen dormir entre 16 y 20 horas cada día, tanto por el día como por la noche. Y, como te decíamos, en las primeras semanas se despierta cada 2 o 3 horas para las tomas. Esto es normal y sano. Si se despierta mucho puede estar irritado: cólicos del lactante, y tendrás que consultarlo a su pediatra.
En su segundo mes duerme más seguido, puede despertar cada 4 o 5 horas. Ya aguanta más entre las tomas. Y a los 4 meses ya se les puede cambiar a su propia habitación para que se habitúen a dormir solos. En esta etapa su ciclo natural de sueño se parece más al de los niños mayores.
El descanso desde los seis a los doce meses
A los 6 meses tu hijo duerme siestas por el día de unas 2 o 3 horas, y alrededor de 11 horas de tirón por las noches. Lo normal es que duerma por sí solo, pero para ello debe estar cómodo, como con los colchones BabyKeeper que controlan las condiciones del sueño ideal de los peques como la temperatura o la higiene. Pero si está enfermo puede requerir de atención nocturna. Eso sí, procura no convertirlo en hábito para que siga durmiendo solo y de tirón.
El sueño a partir del año
A partir del año los niños echan siestas diurnas pero cada vez más cortas. Alrededor de una o dos horas, y eso hace que duerma más por la noche. Lo normal es que entre los 12 primeros meses y los 3 años duerman entre 10 a 13 horas nocturnas.
Consejos útiles para un descanso feliz
– Que comience a dormir en su cunita a partir de los 4 o 5 meses, incluso de viaje, debe dormir en su cunita de viaje para bebés.
– Realizar un ritual de rutinas por las noches: cena, baño, y acostarse.
– A los dos años puedes contarle un cuento antes de dormir.
Dormir es algo imprescindible para que tu hijo crezca sano y pueda desarrollarse al máximo, consulta siempre cualquier duda con tu pediatra. Un niño que duerme bien está sano y feliz.
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