La piel de un bebé es mucho más sensible y delicada que la de un adulto, por lo tanto, requiere de unos cuidados especiales principalmente durante las estaciones de primavera y verano. Si hablamos de exposición al sol, proteger la piel de tu bebe se torna una tarea ineludible y a la cual le debemos prestar mucha atención. Por ello te contamos cuándo es bueno el sol para tu bebe, cuando este se torna excesivo y qué tipo de protectores emplear para que tu bebé no sufra lesiones evitables.
Pros y contras de la exposición solar de tu peque
Pros
Los lactantes no deberían permanecer durante un tiempo prolongado al sol; ni con gorro ni con protección. «No» es «no» en este caso. Dicho ello, también es preciso aclarar que a partir de los dos o tres años, las ventajas de exponer la piel de tu bebé al sol son múltiples. Te comentamos algunas de ellas.
— El sol es fuente de vida y ayuda a tu niño a sintetizar la vitamina D. Asimismo, colabora en la absorción de nutrientes, tales como el calcio, por lo que fortalece además los huesos de tu peque.
— La luz natural y los rayos de sol específicamente mejoran el humor de tu pequeño. Un paseo por el parque siempre es bienvenido en horarios permitidos para ello.
— Regula su biorritmo y activa sus defensas. Un peque que se expone al sol suele resfriarse menos.
— Mejora su respiración y aumenta su capacidad cardiovascular.
Contras
Pero cuidado ya que por el contrario la exposición solar prolongada puede provocar daños de diversa gravedad. ¿Cuáles?
— Los rayos UVA en exceso afectan a las fibras de colágeno y elastina de la piel de tu hijo, lo cual, aumentaría el riesgo de lesiones precancerosas.
— Por su parte, los rayos UVB pueden llegar a causar eritema (enrojecimiento de la piel) y quemaduras de primero y segundo grado, por lo tanto, dañar directamente el ADN de las células de la piel.
— Una sobreexposición sola puede producir retraimiento del sistema inmunológico.
— Un exceso de sol puede llegar a originar trastornos cutáneos de distinta índole.
Prácticos consejos para evitar el exceso de sol y sus consecuencias
Lo mejor es que los niños no se expongan directamente al sol. Al menos hasta los cuatro o cinco años. Si los llevas a la playa o a una piscina, conviene que permanezcan bajo una sombrilla (quitasol), usen gorro y ropa clara de tela de algodón 100 %. Te preguntarás: ¿qué tipos de protector solar utilizar? Los filtros físicos son superiores a los químicos, que podrían provocar alergias en menores de tres años. Hay que aplicarlos en todo el cuerpo, especialmente en hombros, rostro, empeines y rodillas, consideradas estas como áreas corporales sensibles. Y recuerda: para garantizar su vida útil deberías renovarlos cada dos horas.
Ahora que sabes cómo proteger la piel de tu bebe de la exposición al sol, pon en práctica los tips que te compartimos y disfruta al máximo de la primavera y el verano junto a tu peque. Y un último consejo: si en algún momento tienes dudas sobre cómo cuidar a tu peque del sol, memoriza el dicho que reza “sombra corta, riesgo alto, y viceversa”. Significa que, en horas del mediodía la protección solar alta resulta indispensable, mientras que en horas de la mañana y de la tarde (después de las cinco) el riesgo de exposición es bajo.
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Por tanto, cuando ya sabes lo que debéis de hacer cuando salgáis a dar un paseo con vuestro peque durante estas fechas. Con algo de información previa y las herramientas adecuadas, conseguiréis asegurar su bienestar en la medida de todo lo posible. ¡Te esperamos con mucha ilusión en Más Pañales!
