Champú y gel de ducha Caléndula 200ml. Weleda 5.44€ / 100 ml
Recíbelo entre mañana y lun 25
Con el gel Weleda para bebé, podrás limpiar a tu pequeño. Deja su piel suave e hidratada gracias a los productos que te presentamos a continuación. Estos geles son aptos incluso en pieles sensibles, no irritan y huelen de escándalo.
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Más información sobre Gel Weleda para Bebé
El gel Weleda te garantiza una limpieza extra suave para tu bebé durante sus primeros baños. Asimismo, protege a tu peque de la sequedad cutánea, manteniendo su piel nutrida y aterciopelada. Así disfrutará de máximo bienestar a la hora de lavarse.
Además, tu bebé quedará encantado con este gel, porque no irrita los ojos. De modo que él estará más cómodo y para ti será más fácil bañarlo.
Sus ingredientes son naturales. ¡Y huele genial! Su aroma es intenso, pero no fuerte (te lo avisamos: no podrás dejar de oler a tu bebé, es casi adictivo).
Dicho esto, te estarás preguntando por qué elegir esta marca de geles de bebé y no otra. Por lo que te adelantamos cuáles son sus ventajas:
Si estás buscando un producto apto para celíacos y veganos, el gel Weleda para bebé te encantará. Por cierto, en caso de que tengas piel sensible, te animamos a probarlo. No importa que sea un artículo para niños, tú también agradecerás sus resultados.
El gel de Weleda contiene extractos de caléndula bio. Éstos son los que permiten calmar la piel y no irritar los ojos de los bebés. Esta planta es cicatrizante, hidratante, antiinflamatoria, antiséptica, antibacteriana… ¡Todo lo que un niño pequeño necesita!
Según un estudio alemán de 2019, los productos Weleda para bebés son los favoritos de las matronas. ¿Quiénes somos nosotros para contradecir a las expertas?
Cuando apliques el gel Weleda para bebé, enjabona con suavidad. Aconsejamos emplear una esponja natural para limpiar el cuerpo de tu hijo. Pásala de arriba hacia abajo. Empieza por el cuello y sigue por el pecho, la barriguita, los brazos, la entrepierna y las piernas. Presta especial atención a las partes de los pliegues de la piel.
A continuación, dale la vuelta a tu peque y lávale la espalda. Intenta no mojarle la cara, así, no le entrará jabón en los ojos. Limpia el rostro con agua.
Si tuvieras que lavarle los ojos, usa suero fisiológico y una gasita estéril (una por cada ojo). Recuerda: de dentro a fuera. A no ser que el bebé esté congestionado, no tienes por qué lavarle la nariz o los oídos.
¡Ahora ya sabes cómo emplear este producto!