Más información sobre Gel Weleda para Bebé
¿Para qué sirven los geles Weleda?
El gel Weleda te garantiza una limpieza extra suave para tu bebé durante sus primeros baños. Asimismo, protege a tu peque de la sequedad cutánea, manteniendo su piel nutrida y aterciopelada. Así disfrutará de máximo bienestar a la hora de lavarse.
Además, tu bebé quedará encantado con este gel, porque no irrita los ojos. De modo que él estará más cómodo y para ti será más fácil bañarlo.
Sus ingredientes son naturales. ¡Y huele genial! Su aroma es intenso, pero no fuerte (te lo avisamos: no podrás dejar de oler a tu bebé, es casi adictivo).
Beneficios del gel Weleda para bebé
Dicho esto, te estarás preguntando por qué elegir esta marca de geles de bebé y no otra. Por lo que te adelantamos cuáles son sus ventajas:
- Limpia, nutre y protege la piel de tu bebé.
- Su fórmula sin jabón previene las irritaciones en los ojos.
- Mantiene la piel de los recién nacidos bien hidratada.
- Estos productos son adecuados para niños con problemas de alergias, dado que sus ingredientes son hipoalergénicos. Han sido testados dermatológicamente, incluso en pieles sensibles.
- No lleva ni conservantes ni colorantes. Tampoco perfumes sintéticos o sustancias de origen petroquímico.
- Su olor dura bastante.
Si estás buscando un producto apto para celíacos y veganos, el gel Weleda para bebé te encantará. Por cierto, en caso de que tengas piel sensible, te animamos a probarlo. No importa que sea un artículo para niños, tú también agradecerás sus resultados.
Caléndula
El gel de Weleda contiene extractos de caléndula bio. Éstos son los que permiten calmar la piel y no irritar los ojos de los bebés. Esta planta es cicatrizante, hidratante, antiinflamatoria, antiséptica, antibacteriana… ¡Todo lo que un niño pequeño necesita!
¿Por qué elegir geles Weleda para tu bebé?
Según un estudio alemán de 2019, los productos Weleda para bebés son los favoritos de las matronas. ¿Quiénes somos nosotros para contradecir a las expertas?
Consejos de uso
Cuando apliques el gel Weleda para bebé, enjabona con suavidad. Aconsejamos emplear una esponja natural para limpiar el cuerpo de tu hijo. Pásala de arriba hacia abajo. Empieza por el cuello y sigue por el pecho, la barriguita, los brazos, la entrepierna y las piernas. Presta especial atención a las partes de los pliegues de la piel.
A continuación, dale la vuelta a tu peque y lávale la espalda. Intenta no mojarle la cara, así, no le entrará jabón en los ojos. Limpia el rostro con agua.
Si tuvieras que lavarle los ojos, usa suero fisiológico y una gasita estéril (una por cada ojo). Recuerda: de dentro a fuera. A no ser que el bebé esté congestionado, no tienes por qué lavarle la nariz o los oídos.
¡Ahora ya sabes cómo emplear este producto!
